Deja que te cuente...

Entre el alma y la palabra, el silencio se hace verso.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Se desliza el crepúsculo en mi pecho
y le da un nombre nuevo a los sentidos.

Todo converge en ese punto de no retorno;
la noche aproxima cuerpos sin sombra.
Caricia tenue de sol rojo seduce la mirada
en su tarea de vestir y desnudar pieles al descuido.

Brisa cálida mece las estrellas
en erótico baile de cortejo; las convierte en brasa azul
y escancia esa pasión en mis entrañas,
que no precisan luz para trazar un verso.


© Anna Benítez del Canto

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