Deja que te cuente...

Entre el alma y la palabra, el silencio se hace verso.

jueves, 28 de febrero de 2013


Moría de tristeza
cuando apareció en la oscuridad, junto al olivo
        una escalera que se elevaba al cielo.

Crucé la noche en un suspiro
    por sus peldaños de algodón
             hasta la nariz de la luna, que me sonreía bizca.

Era nueva y sin embargo,
               brillaba igual que cuando estaba llena.

Comprendí que la noche nunca es negra
                                     si la miras con esperanza.


             Anna Benítez del Canto

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