Converso
con los espacios llenos de ausencia
y puñales de verbos
desnudan mi culpa.
Fui,
o quizá no llegué a serlo,
portadora de risas amargas
entretejidas en lágrimas invisibles.
Silencio.
En las honduras de mi ser
siempre fui silencio doloroso
ocultando con dulzura la muerte que albergo,
por lo que en ocasiones, no sé
si calificar de amor.
Converso
con la esencia que me sustenta
y maneja los hilos
de quien soy,
sin ser.
Anna Benítez del Canto
Entre el alma y la palabra, surgen poemas de este calibre uffffffffffffff. Me ha encantado. Un beso Anna
ResponderEliminarMuchas gracias Lola, eres un sol. Entre el alma y la palabra, vive la mujer que en realidad soy.
EliminarUn abrazo grande!