En los silencios del corazón cansado
exprimo la esperanza de futuro,
de años venideros que no llevan zapatos
y sueños de colores para la ceguera.
Cuando suena,
le echo pulsos y carreras,
lo reto a ser más fuerte que yo misma,
sólo,
para conseguir que no se rinda.
Anna Benítez del Canto
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