Deja que te cuente...

Entre el alma y la palabra, el silencio se hace verso.

lunes, 11 de enero de 2016


Conocer a las personas en el lugar equivocado
crea expectativas que nunca se cumplen.

                                  *

Allí estabas tú
con el mar invasor asomado a tus ojos
implorando mi ser.

No supe interpretar que fueses tan visible.

Tarde me percaté de que desencajabas;
un rayo de sol en la noche.
Suavemente me vestiste de luz y me hallé en el día.

Ahí no era yo, ni estaba yo.
Ahí eras tú y estabas tú.
Sin espacio a un nosotros.

Y renuncié a no poder volver a ser feliz.




© Anna Benítez del Canto

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