que
antaño y sin pudor me regalabas,
apostado
en la esquina me esperabas
muriendo
por besar mis labios rojos.
Esa dicha
en tormento se ha tornado.
Mi boca
de alabastro no te espera,
manchada
de tu amor se desespera
lamiendo
tu sabor abandonado.
Olvidada
de ti, muero en el día
aunque
vivo esperando tu regreso
remendando
con parches de alegría,
evocando
en mis labios ese beso
que algunas veces mi ilusión agría.
Cuando sueño contigo me embeleso.
Anna Benítez del Canto
Hermoso soneto Anna. :-)
ResponderEliminarsoñar con quién se ama, es vivir dos veces :)
Muchas gracias amiga. Es muy cierto lo que dices, vivir dos veces, y no importa que no se distorsione la realidad, para disfrutar del efímero momento que nos hizo felices. Soñarlo, nos lo devuelve tantas veces como queramos revivirlo. Un beso.
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