Entre el sol y tanta estrella
brillando en el firmamento,
fui a quedarme con la luna
que sólo me sonríe de mes en mes.
El resto del tiempo
me da la
espalda hacia los dos lados
y se
oculta bajo un velo
para
ennegrecer mis noches.
Pero es tan
íntima su luz
que puedo
confesarle mis pesares.
Su mirada limpia se asoma a mi
alma
y acomoda la
respuesta en mi regazo,
esperando
que yo la descifre.
Anna Benítez del Canto
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