¿Qué me queda de ti?
Un sueño frágil
que se devana entre mis labios,
quemados de pronunciar tu nombre.
Cuatro,
de cuatrocientas fotos,
que acabaron desechadas en tu papelera.
Una cama vacía,
un garaje lleno de los restos de quien eres
y una mirada insultante,
tras cada una de las mentiras
atrapadas en una lágrima.
No me queda abrigo,
en este frío invierno en el que me dejaste.
Cruje la leña en el hogar
y resuena tu voz en un gruñido,
como única respuesta
cuando busco calor en el recuerdo.
¿Qué me queda de ti, amor?
¿Qué me queda de ti, que no me duela?
Anna Benítez del Canto
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