de madrugada
sin saber
dónde me encontraba.
En medio de aquella oscuridad
descubrí
que estaba sola,
aunque al encender la luz,
reconocí la estancia.
Dos camas.
Una vacía,
la otra
llena de pena.
Ardiendo la piel
y helada el alma.
De sueños rotos
me vestí aquel día.
Anna Benítez del Canto Pincha aquí para ver el vídeo.!!!!!!
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