Deja que te cuente...

Entre el alma y la palabra, el silencio se hace verso.

jueves, 9 de octubre de 2014

Se cuela el otoño en las pupilas.
Telarañas de añoranza se descuelgan del árbol
que se reclina en busca de reposo
resuelto a no volver a estar desnudo.

La incesante lluvia me embaraza de frío.
Cementerio ambulante
que tira de mi sombra en su plomizo andar
y de un te quiero inútil al que nadie responde.

Busco abrigo en el suelo entre fronda pasada de moda
y gusanos hambrientos de primavera.
Qué paradoja que se sequen las hojas cuando ya no abrasa el sol
y que el fruto más jugoso se coseche en invierno.




 © Anna Benítez del Canto

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