Deja que te cuente...

Entre el alma y la palabra, el silencio se hace verso.

martes, 30 de septiembre de 2014

Se cuela el otoño en las pupilas.
Telarañas de añoranza se descuelgan del árbol
que se reclina en busca de reposo
resuelto a no volver a estar desnudo.

La incesante lluvia me embaraza de frío.
Cementerio ambulante
que tira de mi sombra en su plomizo andar
y de un te quiero inútil al que nadie responde.

Busco abrigo en el suelo entre fronda pasada de moda
y gusanos hambrientos de primavera.
Qué paradoja que se sequen las hojas cuando ya no abrasa el sol
y que el fruto más jugoso se coseche en invierno.

 © Anna Benítez del Canto


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