Deja que te cuente...

Entre el alma y la palabra, el silencio se hace verso.

sábado, 2 de febrero de 2013


      









  Al atardecer,
me siento frente a la ventana y saboreo
    la composición de colores cambiantes, cada vez más tenue.

Contemplo, cómo el rey decadente, desciende
        hasta esconderse tras la montaña
en un ritual de sombras.
 
Unos ojos de mar me miran desde el cielo
         y mi piel se funde
                         entre caricias viejas.

              Cada día, la función dura menos
el ocaso tiene prisa
                                     por robarme mis sueños.


             Anna Benítez del Canto

2 comentarios:

  1. Que poema más bonito Anna, te imagino al caer la tarde mirándo es cielo rasgado por los puñales del sol rompiendo las nubes :)
    Un beso amiga, se te echa de menos.

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  2. Muchas gracias mi buena amiga, tengo esas preciosas puestas de sol que me gusta contemplar mientras sueño despierta. También yo os echo mucho de menos. El tiempo pasa deprisa y muy pronto estaré metida en los saraos, jajaja. Un abrazo grande.

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