Sentada en la arena
de una playa que duerme,
Alma
dibuja nostalgias en sus ojos,
cuando la luna abriga
todas las rocas del puerto.
Une la noche y el día
esperando,
el regreso del velero
que zarpó a otros mares,
donde habitan las sirenas.
Mon las conocía bien y ella lo sabía.
El marinero
no recordaba haberla amado.
Ella nunca dejó de creer
que algún día
su corazón despertaría
y la hallaría dentro.
Entra una luz en el muelle
y Alma salta de la arena
pero no es Mon quien ha aribado.
Y sigue contando estrellas
y esperando.
Anna Benítez del Canto
Alma y Mon historias de amor y agua. Las playas invitan a soñar.
ResponderEliminarBesitos Anna.
Son los personajes de un par de cuentos, pero esta vez, cuentan su historia en forma de poema. Las playas son mágicas. Un abrazo querida amiga.
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