Es dulce la miel
que destila su sonrisa
y serenas las aguas de su mirada.
Sorbo a sorbo
me deleito
con su esencia primeriza,
furtiva de su naturaleza.
Dulces sentimientos
empuñan atroces
la espada de la esperanza
con la sola intención
de detener las olas
que me alejan de su orilla.
Anna Benítez del Canto
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