forjada
con tanto sacrificio,
se ha ido
transformando
poco a
poco,
en la
cárcel
donde
cumplo
cadena
perpetua.
No existe
indulto
que conmute
mi pena,
saberlo
lo hace
aún más cruel.
Imagino
mariposas
en las
manchas de la pared
que me prestan
sus alas.
Por un
instante
vuelo
lejos,
voy al
encuentro
de un
destino
que jamás
fue para mí.
De golpe
me
desplomo en mi prisión
y
dolorida
sigo
contando
las
mariposas de la pared.
No hay comentarios:
Publicar un comentario