Llueve en
el rincón
donde
hacen surcos los pasos.
En el
bolsillo suena una cadena,
mitad
dentro,
la otra
media fuera.
Prisionera
de un extremo,
la llave de
la puerta
de una
casa sin paredes.
Olvidé dónde se encuentra
pero me
hace compañía el tintineo.
© Anna Benítez del Canto
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