Algunos rasgos,
se desdibujan con el tiempo.
El color de los ojos, las manchas de la piel,
el contorno de los labios, las manos…
la calidez de la mirada, la suavidad de la piel,
el dulce sabor de los besos y la maravillosa sensación
de las caricias.
Se esfuma el espacio compartido
pero la memoria
retiene los momentos que fueron importantes.
quedan grabadas para siempre
y canciones que despiertan emociones
cada vez que las escuchas.
Un sueño guiado por los recuerdos,
tiene más fuerza que mil vidas
latiendo en un mismo corazón.
Acelera y despegas del presente,
de la materia.
Sólo ves con los ojos del alma.
que muestra esencias, sentimientos,
y a pesar de lo intangible de esa visión,
te invade ese momento con una realidad cristalina.
Reconforta en tiempos difíciles.
Acudes al recuerdo
para alejar el dolor del presente.
A veces, cuesta volver a la realidad.
Algunos
recuerdos,
pierden fuerza cuando el sentimiento que los evoca
se va extinguiendo.
Los más fuertes
nos acompañan hasta el final.
No renunciaré a mi vieja manta de recuerdos,
cuando
sienta frío.
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