Me
acurruqué en el calor
de tu
mirada íntima,
respirando la dulzura
de esa
burbuja de amor
vestida
de mar.
Serena
soledad
de besos transparentes
que
dieron nombre a mi piel,
modelada
por la
tibieza de tu aliento.
dormida
en el
miedo de un vientre inocente,
amaneció
en tu ser
para
gloria de mi cuerpo.
Dulce
huella
con sabor
a ti.
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